30/10/09

Mayores recuerdos

Encuentro con un ex después de gran cantidad de tiempo.
Yo: (sin ánimo de histeriquear y con la dulzura de los buenos recuerdos)

- ¿Por qué será que de todos los hombres con los que salí, a vos es al que recuerdo con mayor cariño?
Él: (con una sonrisa suave)

- ¿Será porque moría de amor por vos y vos no me dabas bola???


N. de R.:
Él tenía 37 y yo 23. En la era en la que no existían los celulares, mi mamá le atendía el teléfono de casa y le decía:
- Señor, S se está bañando, dice que la llame en un rato…

28/10/09

En cantidad

El domingo cumplí mucho, mucho años.
Mi patio estaba repleto de muchas, muchas flores y plantas.
Vinieron y me llamaron mucho, mucho amigos y personas a las que quiero mucho, mucho.
Tomamos mucho, mucho Medio y Medio (estaba muy rico realmente).
Festejamos muy mucho y la pasamos extremadamente bien.
Estoy muy, muy feliz.



(Mucha, muchísimas gracias a todos)

23/10/09

Un chaparrón no es caída

Llovía. Llovía con una fuerza incalculable. De esas formas en las que el agua no te permiten ver más allá de unos cuantos metros. Yo miraba por mi ventana. El mundo estaba bañado y colapsado. Entonces comencé a seguir con la mirada a un hombre que caminaba por la vereda de enfrente de mi casa. Lo seguí atentamente unos cuantos minutos, porque caminaba bastante pausado; pausado y torpe. En realidad muy pausado si tenemos en cuenta cuánto estaba lloviendo. Llegó hasta la esquina y comenzó a cruzar sin mirar. Un auto blanco avanzaba por allí y su conductor le hizo luces, pero él siguió cruzando. Luego, le tocó bocina ya estando muy cerca. Yo me sobresalté y esgrimí un gemido acompañado de una respiración con murmullo que salió de mi boca. El transeúnte se detuvo repentinamente. Justo antes de pasar por delante del auto que no iba a llegar a frenar. Le pasó tan cerca que le salpicó los pantalones con el charco de agua sucia que se había formado en la bocacalle. En el mismo instante en el que se detuvo, se dio vuelta abruptamente y miró para arriba hacia mi ventana. Me miró casi a los ojos a pesar de la distancia. Me asusté y di un paso hacia atrás. Se quitó la capucha que llevaba puesta, me sonrió con agradecimiento y siguió camino. Entonces, avancé quedando casi pegada al vidrio y lo seguí mirando hasta perderlo de vista por la lluvia. No supe como sucedió, pero acababa de salvarle la vida a un desconocido.

19/10/09

Al pan, pan

¿Dónde estarás mi amor? ¿Quién agiganta el sol? se preguntan los Estelares mientras pasan una temporada en el amor. De acuerdo a las herramientas discursivas que se elijan y al contexto, podría decirse que yo indago sobre lo mismo pero desde una coyuntura diferente.
El sol simplemente necesito que lo agigante el mismísimo verano. Que sea tan pero tan grande que nos invada el calor y la claridad. Que volvamos a complacernos con las musculosas y las cervecitas vespertinas. Que la luz siga estando allí cuando salga de la oficina y camine gustosa hacia mi hogar. Ponerme brillo en los labios y sentirme mucho más linda (siempre en verano creo que todos somos más lindos).
Con respecto al paradero de mi amor, puedo asegurarles que no existe. Ni el paradero ni el amor mismo. Está muy claro que por elección o por decantación todas las cosas suceden. En algún momento pasa que se acaba lo que se tenía que acabar. Que lo que antes ocupaba tanto espacio ahora ni se encuentra, aunque al principio sea un poquito de negación.
Entonces, así estamos bien, con la mirada en el horizonte. Con la actitud que me merezco y con la lucidez que me dio la vida vivida. Porque por suerte si de algo no tengo que arrepentirme es de haber vivido la vida. De haberle puesto toda la energía a todo lo que hice. Y la voluntad y el esfuerzo para que todo salga bien.
¿Y ahora? Ahora con esa misma energía y la misma buena voluntad: a otra cosa mariposa.

8/10/09

La suerte, ¿está echada?

Nacer con estrella o nacer estrellada es el gran dilema de la gente en cuanto de la suerte se trata.
El azar, la buena fortuna, el designio, los deseos, la fatalidad, la casualidad, el encadenamiento de sucesos fortuitos, la eventualidad o la contingencia, el destino y la providencia.
Ya mi amiga
la observadora había dejado bien en claro que pisar los desperdicios de los perros por la calle, ni cerca de la suerte está a pesar de los dichos populares.
La vaquita de san Antonio posada en los bellos botones de Violraviol, ¿es síntoma de fortuna? Porque yo estoy convencida de que hay una especie de invasión de aquellas vaquitas últimamente en la ciudad, porque las veo por todas partes. Eso qué significa, ¿que la suerte está más propensa a darse? o ¿que los bichos estos se hicieron la fama y luego se echaron a dormir por allí?
Que de repente se te junten todas las complicaciones en mismo lugar, misma hora y misma fecha, ¿significa que te estás purgando? o ¿que no es una buena semana para jugar a la quiniela?
Los que dicen: desafortunada en el amor, afortunada en el juego, ¿me están tomando el pelo? Porque la realidad es que yo no juego mucho a nada si del azar se trata, pero no me veo ni cerca de ser millonaria por una raspadita o alguna aislada apuesta.
La desventura y el infortunio, ¿dependen de la predisposición nuestra de cada día? Favorable o adversa la suerte es algo que no podemos manejar. No es una mera decisión de nuestras mañana tener buena fortuna ese día, pero eso sí, podemos tratar de hacer las cosas de tal manera como para que ella nos acompañe un poco, ¿no?
Al fin y al cabo, a la suerte hay que ayudarla, che…

Starbucks en CQC

-El capitalismo es así, te hacen elegir entre 100 cafés distintos y vos crees que sos libre.
-Si, que tenés muchas opciones en la vida.

1/10/09

Yo la conozco

Conozco a una señora (la conozco hace tantos años…) que en el suelo de su auto lleva una cartera en desuso, con una billetera dentro con algo de plata en billetes pequeños, digamos en cambio, con fotos recortadas de revistas y alguna estampita repetida. Además lleva, un llavero que ya no le sirve, unos lápices suelo y algún que otro papelito caduco. Siempre sobre el suelo del lado del acompañante. Especula así, con que si en algún momento llegara un ratero, un hombre con malas intenciones, a querer robarle a través de la ventanilla del auto, tal vez parada en algún semáforo de la ciudad, sus pertenencias, no la encuentre desprevenida y le entregue con el mayor de los disimulos la cartera muleto.
Un placebo para el delincuente y una solución para ella.
Excelente.
Creo que no debo aclarar, que esta señora que conozco hace tanto y que quiero tanto, suele tener muchas actitudes que condicen totalmente con esto y tiene tantas otras teorías correspondientes también.
Me resultó increíble y sumamente creativo de su parte, lloré de la risa cuando lo supe y tenía la necesidad de compartirlo con quienes lo quieran leer.