31/7/09

Primavera te estoy llamando, ¿No me oís?

Me levanto con apetito. Tomo café con leche con pan y manteca. Levanto los pies hasta el asiento de la banqueta y me apoyo contra la pared. Pienso que ya le dimos tiempo. Que se quedó demasiado y que su turno debería concluir. La oportunidad se la dimos y bastante la aprovechó. Ahora ya está. Suficiente frío tuvimos. Ya es hora de que el invierno hiberne. Que se esconda y que no vuelva hasta dentro de varios, varios meses.
Me voy a bañar. Canto fuerte en la ducha e intento regar las fresias que viven en mi garganta.
Me armo un cigarrillo con los pétalos de una margarita y sólo fumo las pitadas de los me quiere mucho…
Oliverio, mi gato, me mira y me hace muecas con sus bigotes.
Intento descifrar un cuento escrito en otro idioma y sólo puedo leer corazones. Corazones en cuantiosas tonalidades. Debe ser en francés, porque el francés es romántico y tiene brisa del Mediterráneo y forma de corazón.
Miro mi espalda desnuda en el espejo y noto que creció una Santa Rita violeta-fucsia desde mi cintura hasta mi hombro derecho.
Me visto. Me abrigo, pero ya no tanto porque ya no lo tolero. Llega un punto en el invierno en que ya no puedo abrigarme tanto. Es como si con mi desnudez, llamara al calorcito.
Igual me pongo las orejeras, porque las orejas se me enfrían mucho y salen de dentro de ellas cubitos de hielo con alas que se llevan volando mis buenos pensamientos. Por eso, con ellas los detengo dentro. Y los acuno. Para pensar bien. Para pensar lindo. Para pensar floreado.
Voy hacia el trabajo.
Hay sol y eso ya me hace sonreír. Pienso que la semana ya está perdida. Que me quedan a penas unas horitas de responsabilidad y que al volver a casa, sentada en mi almohadón gigante frente a mi estufa y con Oliverio entre las piernas, voy a poder intentar leer nuevamente ese cuento. Ese que no entiendo pero que me gusta. Ese en el que exclusivamente, puedo leer corazones.

28/7/09

23/7/09

Se viene, se viene, se viene…

Fiesta en movimiento
Estoy organizando una fiesta arriba de un colectivo.
Sería algo más o menos así:
Nos encontramos en Cabildo y Pico (casi puente Saavedra), nos tomamos un bondi que vaya todo por Cabildo (152 o 68), cada uno lleva su latita o porrón en la mano, pasamos música con un MP3 y nos bajamos en Cabildo y Santos Dumont.
No podemos ser muchos más que 30. Tampoco podemos hacer un recorrido mucho más largo, por si el chofer ya no nos aguanta.
Es simple, es sencilla y es cortita.
Mucha buena energía concentrada en unos 25 minutos de viaje.
¡¡¡Ya está abierta la lista de reservas!!!

Se viene cercana a la primavera…

22/7/09

A pesar del frío polar, siento

El sólo hecho de que cierta gente esté en el mundo, a mi ya me alcanza para ser feliz.
Me amen o no me amen, piensen o no piensen en mí.
A mí me basta con que existan. Con que tengan la posibilidad de ser.
Que estén ahí, en alguna parte. Siendo, haciendo, sintiendo.
Es maravilloso tener conciencia de que el mundo puede estar repleto de tanta gente que vale la pena.

Si, amanecí optimista y amorosa.

21/7/09

Me vino repentinamente el siguiente recuerdo

Día de invierno del año 2000.
Apagón en mi cuadra por falla de Edenor.
Mi amiga R y yo, mientras esperábamos a su novio de turno, hacíamos fogón frente a la estufa de gas.
Surgió el siguiente diálogo:
Yo: Te acordás cuando yo era Fabi Cantilo???
R: Si claro! Y cantabas como loca y bailabas sin parar mientras tu público te aclamaba!!!
Yo: Si, si. Y al mismo tiempo, Mollo saltaba en el living de casa…

(Teníamos algunos problemitas, no?)

20/7/09

El horno no está para bollos

Tengo más de treinta, hace más de tres que vivo sola, hace muchísimo más que sé cocinar. Leo y escribo desde primer grado sin dificultad. No sé que coeficiente intelectual tenga, pero no me ha ido tan mal en la vida cuando de pensar o razonar se trata. Sin embargo, no puedo terminar de comprender porque es que me cuesta tanto, pero tanto, leer los dibujitos de las perillas de la cocina de gas para saber cuál le corresponde a cada hornalla. Es inevitable, aunque insista con el tema, no me lo puedo grabar en la cabeza de memoria. Tardo inevitablemente unos 8 segundos como mínimo en razonar cómo encender una hornalla cada vez que necesito usarlas.

17/7/09

Mirame, mirame, mirame...

Tu mirada es subterránea
Es sensorial.
A veces es obvia, prescindible.
Tu mirada es vasta, es sonriente.
Es ebria y exhorta.
Otras veces es china.
Es negra y profunda.
Es sencilla, es amorosa y querible.
Es en definitiva un lugar común.
No me importa, es donde quiero estar.

13/7/09

Holly Golightly

No me esperaba esto. No que sea tan aburrido. Una cosa es vivir sola, cuando no querés ordenar, simplemente no moves nada de su lugar, si no querés lavar, no cocinas. Punto.
No es lo mismo cuando ya somos más en la casa. Yo, novio, perro, gato.
No quiero que parezca que salí de un raviol, aunque en casa casi todo lo hacía mamá, yo solía ayudar bastante. Pero cuando la cosa es tu responsabilidad, cambia.
La rutina diaria es levantarse, ducharse, hacer cama, guardar ropa, ir a trabajar, viaje en subte, cocinar, lavar. Levantarse, ducharse, hacer cama, guardar ropa, ir a trabajar, viaje en subte, cocinar, lavar. Levantarse, ducharse, hacer cama, guardar ropa, ir a trabajar, viaje en subte, cocinar, lavar. ¿¿¿Parece un embole??? Bueno, es un embole. Por supuesto que siempre hay otras cosas que disfrutas y con las que te divertís. Pero las tareas rutinarias son indefectiblemente fastidiosas. Está mal usado el término ama de casa. El ama de casa debería sólo dar órdenes, por eso es AMA, como los amos del universo… Ama: señora, dueña, patrona, poseedora, etc. Sin que esto parezca deprimente, a esta altura ya sabemos que lo del castillo con arañas de cristal y cortinas de terciopelo, no existe. El hada madrina que te soluciona todo con un pestañeo, menos. Yo creía igualmente en ese sueño (por algo trato de dedicarme a la literatura). Creía que el mundo real tenía más magia, que era más maravilloso.
Pero no, por eso todas las mañana, me delineo los ojos, me recojo el pelo, me pongo el vestido con el que mejor me siento y me voy a desayunar con un café en vaso descartable y unas medialunas en bolsita de papel, mirando la vidriera de Tiffany´s.


7/7/09

El que toca toca, la suerte es loca



En la oficina comemos palitos de la selva y tenemos la premisa de que el animal que te toca en el envoltorio, es el que se te parece. Es pa´ no aburrirse tanto no más. Hay que sacar uno de la bolsa pero sin mirar y el que toca, toca. Hoy me tocó uno que se llama CACHARODÓN. Es la primera vez que lo escucho nombrar, pero en el dibujo se parece bastante a un tipo de tiburón. Dice que tiene mala vista pero muy buen olfato. No está tan errado entonces. Porque aviso que soy miope, pero puedo oler los aromas y en especial, los malos olores a muchísima distancia.
Por eso mi percepción para con quiénes andan en chanchullos…


*
Pregunta:
¿Por qué se llama palito de la selva y trae también animales de los que no viven en la selva?
Deberían llamarse Palitos de la Fauna.

3/7/09

Cosa e mandinga, che!

Ayer llegué de trabajar en el horario en que ya me tenía que poner a cocinar. Mi chico daba clases hasta tarde, por lo tanto no lo esperaba para antes de las 11. Preparé un pedazo de carne para el horno y lo llené de papas y verduras cortaditas por alrededor y por encima. Después le puse papel metalizado y la metí en el horno a fuego mediano. Como me pelee con la perra porque se me comió mi gancho negro del pelo, la cerré en el patio y me fui a fumar un pucho y a charlar un rato a lo de mi hermana que vive en la puerta de al lado. Obviamente que el rato se me hizo como de 45 minutos y yo ni mosqueada. Me salvó que mi cuñado llegó en ese momento y reaccioné que estaba ahí hace tanto tiempo. Volví corriendo a casa. Abrí la puerta y había un poquito de humo (un poquito no más). Entré en la cocina y el susto que me llevé: alguien había apagado el horno y lo había dejado abierto y se había llevado a la perra, dejando la reja del patio abierta también. Que espanto!!! Primero parecía que había pasado un fantasma por mi casa, después creí que un extraño había ingresado (hubiera sido casi una bendición que me roben a la perra). Inmediatamente razoné que el que habría llegado seguramente había sido mi chico y se había llevado a la perra a la calle. Inmediatamente escuché además, las llaves y fui para la puerta. Inmediatamente también, me comí un flor de reto de parte de él, porque me dijo que cuando entró y vio humo y no me vio, se asustó mucho, mucho. La perra con su emoción y con su cola (que tiene vida propia), cuando él le abrió, tiró al piso un espejo cuadrado que yo tenía para pintar. Lo rompió. Eso enojó más a F que se fue hacia la calle a dejarlo para que el camión de la basura se lo lleve. Mi susto se transformó en puchero con el regaño de F y con su ceño fruncido. Y tuve un extraño pensamiento:
Hay que temerles a los vivos antes que a los muertos.
Lo supe siempre, pero anoche, finalmente lo comprobé.