26/12/09

Los imperdibles indoors

Café con leche en el patio a la mañana y si llueve, en la cama.

Radio: Sábado FM, domingo AM.

Lectura de cuentos de Woody (el original) y poesía de Benedetti (entre otros).

Simona luchando con los pompones que cuelgan de la ventana del living. Gata chocha y dependiente cuando estoy en casa.

Flores en el baño.

Coca cola con hielitos.

Películas en 21` (las veo en la computadora)

Amor a cualquier hora.

Ducha tranquila y con tiempo de sobra.

Siesta obligada.

Escritura en cuaderno con espiral.

Cocina casera y creativa (eso significa que pruebo cosas que nunca hice, arriesgándome a resultados inciertos).

Pan con salsa golf BC (otro de mis vicios)

Descansar realmente, no salir de casa ni a sacar la basura por un día y medio por lo menos.

Cambiar lo adornos de lugar (intento todo el tiempo variar las cosas de lugar de mi casa para sentir renovación, eso lo heredé de mi casa materna).

Fumarme un pucho en el sillón, mirando el techo y tratando de hacer formas con el humo (nunca me salen).

Con costurero y mis cajas de dijes, botones y cositas, hago artesanías. Varían según la época.

Hablo un poco por teléfono, siempre que la empresa que me presta el servicio haya querido darme línea ese día (últimamente, un día tengo teléfono y un día no, no sé que onda).

Pienso.

Todo el tiempo pienso. Razono todas las posibilidades de cada una de las situaciones de mi vida (esto a veces es realmente agotador, no debería hacerlo en fin de semana).

Riego las plantas del patio.

Observo cuantos limoncitos está dando mi limonero.

Y sonrío.

Sonrío mucho.

Porque me encanta estar en mi casa, realmente la siento mi resguardo.

Por esto también a veces lloro, porque me amparo en mi territorio.

Pero por suerte, por suerte y porque así lo quiero, fundamentalmente sonrío.

4/12/09

Mi cartera acarrea

Una gran billetera con más fotos y fotitos, estampitas y papelitos que billetes.
Una cigarrera china.
Un bolso repleto de cosas que se pueden necesitar imprevistamente estando fuera de casa (desde costurerito de viaje hasta aspirina y curitas).
Una bolsita con caramelos, siempre.
Llaves.
Muchas llaves. Tengo tres llaveros distintos con llaves de diferentes lugares y muchos dijes colgando.
Dos teléfonos (lamentablemente el trabajo me exige que use un radio/ladrillo insoportable).
Mis lentes de falso carey y mis anteojos para el sol.

Un libreta y una birome para escribir todo lo que se me va ocurriendo o data que recojo por allí.
Un norteño monedero que guarda amuletos, recuerdos y monedas de otros países, no de uso diario, no.
Y siempre algo extra: un libro, una artículo de alguna revista, alguna sección del diario, varios folletos; por ejemplo.

(No es necesario aclarar lo que pesa, NO?).
Un mundo.
Una verdadera caja de Pandora.


2/12/09

Conversación en el baño del trabajo


- Nena, si no sacás lo viejo, no hay lugar para lo nuevo!


(Ellas hablaban de la ropa y de los zapatos, de renovar el placard.

A mí me pareció muy certero, pero para otros ámbitos de la vida…)