Cuando estés volando por ahí, leyendo alguna novela o alguna obra de teatro o tal vez alguna poesía; tené cuidado, no te vayas a chocar con algún personaje. Esquivá cuidadosamente a los lectores que tiene el don de volar, de trasladarse mientras leen. Podés cruzarte también a Gregorio Samsa y su transformación, a Marco Fogg entre sus preocupaciones y melancolías, a Tomás y a Teresa levemente complicados, a Fermina Daza enamorada o a los propios Franz, Paul, Milán o Gabo, si tenés suerte. Lo único que te pido es que tengas cuidado. Que no colisionen. A lo sumo, entrevérense…
No hay comentarios:
Publicar un comentario