Me
puse las zapatillas por las dudas. El por las dudas se hizo lluvia y
me empapé de pies a cabeza. O de cabeza a pies, porque la lluvia –
por lo menos por ahora – viene desde arriba.
La
lluvia trae suerte me dijo la señora A.
La
señora A tiene algo que hace que yo le crea ciegamente. Tal vez,
porque directa o indirectamente ella, la señora A, es responsable de
mi suerte. Bah, de mi fortuna, más que suerte, de mi sonrisa de cada
mañana. La señora A comparte conmigo uno de sus mayores logros. Ese
logro, es parte de mi mayor felicidad.
Ella,
me contó que cuando era más joven y llovía, se ponía las botas,
tomaba un paraguas y salía a caminar bajo el agua.
Entonces,
voy a tomar como predicamento que la lluvia trae suerte. Voy a
llevarlo conmigo y cada vez que empiece a llover, voy a mirar al
cielo y voy a sonreír. Voy a tomar mi paraguas y a ponerme mis botas
y a salir sin tanta queja húmeda y ceño fruncido.
Porque
además, después de la lluvia, indefectiblemente, en algún momento,
siempre sale el sol.
2 comentarios:
Soy de mirar mucho cine y Woody es uno de mis directores favoritos y por eso es un placer ver muchas de sus películas. Si alguna vez tengo la posibilidad de conseguir
promociones en pasajes hacia EEUU quisiera poder conocer un estudio de grabación de ese pais
Soy de mirar mucho cine y Woody es uno de mis directores favoritos y por eso es un placer ver muchas de sus películas. Si alguna vez tengo la posibilidad de conseguir
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