Una linda persona que conocí los otros días me dijo que cómo todo tiempo pasado puede haber sido mejor si, por ejemplo, las mujeres no podían votar. Certero e irrefutable.
Que absurdo no darse cuenta que el ingrediente principal siempre es la alegría.
Estoy escuchando radio. Tom lupo en radio Nacional (ya les conté que me encanta escuchar AM los domingos) dice: estamos intentando que renazca el sol.
Es un domingo nublado, pero mi limonero ya pide que lo coseche. Tiene tres grandes limones que me sonríen al pasar.
Mis pajaritos, que están por toda la casa, revolotean.
Ni pienso atender el teléfono. No quiero más interrupciones.
Oliverio me habla al oído: Todo era amor, Solcito, acordate. Así eras vos, así sos vos.
Me rodea la sincronicidad (simultaneidad de sucesos vinculados por el sentido, según Jung y según mi amigo A). Me están pasando cosas que se relacionan todo el tiempo, un encadenamiento de acontecimientos que estoy disfrutando.
La fabula del Pastorcito mentiroso; Calamaro con su magia en Montevideo (yo gritando: sos un elegido Andrés, si!); mi canción favorita que suena a las 5 de la tarde; conexiones acasuales…
La sabiduría está sentada en la silla de hierro del costado de mi cama, sólo tengo que levantarme, sentarme de costado sobre el colchón y escuchar serena y atentamente.
Si me buscan, me van a encontrar cantando.
4 comentarios:
Todo era amor Woody, que grande Girondo. No se puede creer.
Solsticio, estas en la New Age o algo así??
Todo era amor es el poema de Girando más increíble.
Sí anónimo, estoy un poco zen porque sólo me interesa la buena energía, me harté de la mala!
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