Especulando con el momento oportuno,
se me pierden las ideas y recorro lugares con mi mente. Lugares con escaleras y
desencuentros, rincones con cigarrillo y yerros, trayectos con paso pesado y farsas.
Meditando sobre un futuro sugerido, intento reorganizar mi itinerario carnal. De
nada sirve. Claro está que al final, nada pasa. Creo, firme y serena, en que está
de más tanto refrito. Para qué generar forzosas sinapsis, si mi mecanismo cardinal
siempre fue mi aliento. Sin lugar a ninguna duda, la vida es hoy. Un hoy
repleto de gestos amplios y miradas intensas. Un hoy que me advierte que lo que
está viniendo, vendrá, y que no va a tardar mucho más que una sensata cantidad
de tibios amaneceres.
2 comentarios:
Y que venga...
Maravillosa la última frase...
Brindo por esos amaneceres
Beso
Amaneces, comienzo de nuevos dias, donde nos sabemos que suerte correremos.
Saludos.
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