7/5/09

La real realidad

Esta mañana amanecí como si un camión de Cliba me hubiera pasado por encima. No lograba abrir los ojos y ya eran más de las 11.00. La perra (sí, la perra, no mi perra; porque es la perra de mi chico que enmarañó mi casa desde que habita allí) me lamía la mano que colgaba por fuera del colchón y yo sólo atinaba a decirle a media voz: salíiii.
El sol, que pegaba en el piso de mi patio, me avisaba que estaba tarde para mi horario laboral, que ni logrando llegar en ese instante al subte y ni que este funcionara cual jet, yo iba a llegar a tiempo.
Me arrastré a la ducha y me vestí con las prendas que sobresalían del placard (para no realizar el trabajo mental de elegir).
Ya lista para salir, con la cartera colgando de mi hombro y la campera en la mano, me colgué del cuello de F y tuve mi último intento de convencerme de que eso era un sueño y que yo en realidad estaba en mi cama, tapada hasta el cuello; entonces le dije al oído entre sollozos: No quiero irme, me quedaría todo el día en la cama con vos abrazados. Y él me contestó: Yo también amor, pero…
Nos dimos un beso y partí.

2 comentarios:

Ro dijo...

la realidad la podemos mejorar... llamalo a titin.

Unknown dijo...

Solsticio, ni te digo lo que hubiera hecho su hubiera estado ahi, mejor te lo suspiro al oido, SHHSHSHSHHSHSASHSHHSH! entendiste?