14/8/13

Compañero

Te queda linda la lluvia, me dijiste, y no dude ni un instante en tomarme de tu mano y saltar el charco. Ese charco que dejó el chaparrón, pero que secó con el aliento de tus palabras en mis oídos.
Se fueron los truenos y se fueron las nubes y el cielo repintó su gris intenso, con pinceladas de un amarillo dorado.
Con tu guitarra en la mano, compusiste el sonido de un viento cálido y con tu mundo al alcance,  me transformaste.

Y yo te digo: Te queda linda la mañana, enredado en mi almohada; te queda hermosa la sonrisa, las ganas de hacer, las ganas de ser; te van los ojos brillantes, que se lucen observando; te combina ese pecho saliente y esa espalda erguida, con la visión infinita y las ideas radiantes.
Sos como el sol. El sol que todo lo inspira, todo lo abriga, todo lo preserva. Sin sol, desaparecen las posibilidades. Y vos, vos sos todas las opciones, sos el sol más luminoso. Sos mi compañero de atardeceres, de horizontes, de cielos anaranjados.

Sos mi ensueño. Y por suerte, siento profundamente, que yo soy el tuyo.


1/7/13

La tranquilidad

Los ojos más hermosos que alguna vez vi.
Floreados y ebrios, abundantes en espirales.
Francos y hondos,  hablan y se desbordan.
El pardo de sus ojos es un río calmo, manso e inspirador.
Pestañas largas y curvas, caminos que llegan a destino y avanzan un poco más.
Visión infinita: sonreímos y subimos juntos.
Mirada que te habla con palabras claras y redundantes.
Su mirada… puente hacia lo sorprendente. Me animo a cruzar.

Los ojos más hermosos que alguna vez vi.
La tranquilidad.
La tranquilidad y el amor, se toman de la mano.


17/5/13

Brillar


Sin presunciones, sin grandilocuencias, sin alardes; estoy volviendo a ir por lo luminoso, por el brillo.

Algo hizo que mi voluntad se nublara y que el opaco de mis huesos, humedeciera toda mi existencia.  Me paseaba, lenta, por mi cuadra y mi reflejo en las vidrieras era difuso.

Así  y todo, no intenté detenerme, todo lo contrario, conecte profundo con mi energía y apunté al sur. Bien al sur. Y ahí me reconocí. En mi territorio, en mi mejor estado. Siendo lo que soy: un ser de flores, plantado en un suelo fecundo, bebiendo gotas frescas y mirando hacia la luz.

Me refugia  un aire novel que entra por mi ventana; me empuja un modo propio que no me permite lo oscuro;  me obliga un día templado que, a pesar del frío invierno, me abarca con todas las ganas.

No canto más por las noches como el grillo, sino que canto amplio, por las mañanas, dejando entrar al sol en mi garganta, que brilla mientras yo trato de ser su más fiel representante en la tierra.



2/5/13

Resurrección


Y sí, al final, no pasa nada. Lo aprendí, tarde, pero lo aprendí.
Además, no paro de repetirlo, como una especie de mantra:

Al final, no pasa nada.

Toda muralla de fábula de literatura fantástica, que uno  monta en su cabeza cuando algo comienza, se puede derrumbar repentinamente.
Claro está que los ladrillos y el polvo, repletan toda la existencia en ese momento.
Pero no le demos crédito en demasía; es un soplo, un momento. Porque la vida se despliega como una sucesión de  varios instantes que se amontonan y compiten entre ellos para destacarse.

Entonces, busco mi canción de amor.
Que no es más que mirarme al espejo y ser congruente con eso que veo.

Alguien me dijo que alguna vez me describí como luminosa: pagada de mi misma que me dicen…
Pero siento que lo que debo haber querido expresar es que busco la luz.

Así es como un día, con justa sabiduría, me di cuenta de que apilando los ladrillos a un costado y sacudiéndome un tanto el polvo, todo vuelve a ser real.

Lo real, lo auténtico, lo sencillo; es lo que vale la pena.
Lo real, lo auténtico, lo sencillo; es lo que yo elijo.



22/3/13

Dispuesta


Llueve como hace mucho que no llovía. Diluvia. Sí, no para.
Miro el agua y entiendo que tengo que cubrirme para encarar la calle.
Pienso en salir igual, un vendaval no me espanta si sé que tengo dónde llegar.
Necesito un paraguas que me proteja. Que quiera abarcar mi aura y lograr que a pesar del gris opresor del horizonte, yo mire hacia arriba y vea un cielo celeste saturado, inmenso.
Necesito unas botas de mil colores, que me lleven como a Dorothy hasta el arco iris.
Necesito también, un impermeable con abrigo, que ponga a mi corazón a resguardo.

Y así puedo estar, adentro o afuera, dispuesta para las olas y para su posterior calma.
Preparada para ir contra todo y enfrentarme a todos.
Alerta para no dejar que lo auténtico pase de largo.

Porque todo tiene solución, todo lo malo acaba. También la tormenta.
El secreto está en no confundir el alero de un edificio, que nos permite no empaparnos o el ruido del televisor, que hace que no escuchemos los truenos; con el cálido y verdadero sol, que entra por la ventana, cuando menospreciando el peso, nos levantamos del sillón y la abrimos de par en par.


5/3/13

Cursi II

Besar tu corazón.
Que mis labios lleguen subterráneos y funcionen de electroshock.
Que la chispa inflamada lo haga reaccionar y conecte directo con tus ojos.
Esos ojos que saben ver lo maravilloso, pero que están atrancados, clausurados.
No ser el cliché que nunca fuimos.
No ir contra lo irreversible, lo invariable, lo contundente. Lo que somos.

Besar tu corazón.
Que todo estalle por el aire.
Y que al final, lo que resta, no importe nada.



4/2/13

La vida es...


Los diez minutos que me desparramo en la cama, después de tomar el café con leche de la mañana.
Que me traiga un vaso con Coca y que nunca olvide ponerle cubitos.
Comer, fumar, curtir, fumar, comer: toda la tarde y en ese orden.
Un pote de bombones helado en la mano y en los pies, sus pies enredados.
Un paseo nocturno por las cuadras inmediatas, con pimienta verde aderezando nuestras sinapsis, para tratar de tomar la luna llena con las manos.
Un rosado bien frío, sobre un piso de damero, esperando que la tormenta llegue y trueque la densidad, por agua en los hombros y aire en los pulmones.
Un cheesecake de oreo que no es igual, pero que se come con cucharita doble.
Desayuno en la mesa y lectura en el sillón; todo ahí y al mismo tiempo.
Los huesos flacos de mis caderas entre sus manos fuertes.
Mi escote sin corpiño y su mirada enamorada.
Mi pelo atado, un delantal en  mi cintura y una tabla para picar cebolla y para que las lágrimas tengan sentido.

La vida es todo eso.

Es lo que te está sucediendo. Y no soy yo, quién primero lo dijo.
Es esto, es ahora.
Es jugar con tu aliento, que infla mis mejillas.