Por los pasillos, en la calle, en el subte.
Cara de que se está por largar a llorar en cualquier momento y tal vez está pensando en que carajo cocinar esta noche.
Cara de que el frío está anulando el más mínimo y posible pensamiento y las estalactitas cerebrales impiden la sinapsis.
Cara de que está pensando con tanta bronca en su trabajo que hasta se la mueven los labios dejando escapar algún insulto en voz alta.
Cara de mono o de pájaro carpintero, no por lo que piensa, sino porque la fisonomía humana es tan variada que la calle es un verdadero zoológico de animales sueltos.
Cara de carcajada, por lo que está escuchando en la radio o seguramente por estar recordando aquella frase que ocurrentemente le dijo su amigo.
Caras, caras y caras.
Rostros que nos dicen algo, que transmiten lo que les está pasando por la cabeza o por el estómago.
Tarjetas de presentación que no siempre dicen todo lo que abarcan y que a veces, les damos un rol bastante más imprescindible del que deberían tener.
Deberían ser transparentes, con letras y números, con dibujos y colores; para poder saber realmente quién es la persona que tenemos adelante.
Aunque muchas veces, es mucho más maravilloso, descubrirlo con el tiempo.
4 comentarios:
Mi suegro busca en las caras de la gente parecidos a animales. Fran heredo esa búsqueda y dice que la cara de su profesor de guitarra es como la de snoopy.
Mas allá de la cara de animal los gestos son de uno, salvo que venga algún productor mono neuronal y a una modelo con facciones increíbles le pida "pone cara de mógolica, sos mógolica!!!!" ... y todo para ganarse el pan. Tal vez sea esa que viste que puteaba su trabajo y se le notaba en la cara, yo hubiese hecho eso.
siempre quize escribir algo asi, tan perfectamente.
bso.
Me gusto mucho tu post, dejar de lado el ensimismamiento, mirar al otro, recordar que no somos entes, que no estamos sólos, fijarse en el otro... Cada vagón es un mundo.
Observadora: sin tus comentarios no podría reírme tanto como me río.
Muchas gracias Frágil!!! Sos un amor.
Mil Gracias devezencuando también, para mí es la única manera de ser, saber mirar para afuera. Si sólo mirara para adentro, me aburriría.
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